La primera vez que Arnold Schwarzenegger (76 años) habló sobre las infidelidades durante su matrimonio con Maria Shriver (67), sobrina del presidente John F. Kennedy, fue en octubre de 2010, durante una entrevista concedida en el programa ’60 minutes’. En ella, confesó que la primera vez que el primer ‘affaire’ que tuvo fue ocho años después de su boda con Brigitte Nielsen, su compañera de reparto en ‘Red Sonja’. Sin mostrarse arrepentido en ningún momento mientras hablaba de su relación extramatrimonial, el actor contó que se sentía mal por «haberla engañado», pero que eso formaba parte de «mis errores, mis fallos».
Según Arnold siguieron otros romances extramaritales y el intérprete se hizo un experto en guardar secretos a su mujer. De hecho, su operación a corazón abierto en México, en 1995, fue clandestina, como tampoco le dijo a Shriver que iba a presentarse a Gobernador de California hasta unos días antes de anunciar públicamente su candidatura. Para entonces Arnold ya había tenido una relación con su asistenta, Mildred Baena, de la que nació un hijo, Joseph. Con los años Maria forzó a Schwarzenegger a decirle si el niño era hijo suyo: «Se parecía tanto a mi que cuando Joseph tenia siete años empezó a sospechar».
Tras 25 años de matrimonio y cuatro hijos cuatro hijos en común: Katherine, Christina, Patrick y Christopher, se divorciaron legalmente en 2021 tras diez años separados. Tiempo más tarde, Schwarzenegger rehízo su vida junto a la fisioterapeuta Heather Milligan, 27 años más joven que él y con quien lleva desde poco menos de una década.
Ahora, el expolítico ha vuelto a tratar el tema de sus infidelidades en una entrevista con la revista ‘People’. «Ha sido sencillamente mi mayor cagada», asegurando que pese a todo, durante estos años se ha ocupado siempre de la manutención de Joseph. «El capítulo de mi vida con María va a continuar para siempre. Aunque es una relación diferente, no hay razón para que no sienta otra cosa que amor por ella», se ha referido a su mujer, con quien tiene una relación especial pese a estar divorciados. «Siempre dejamos muy claro que los niños no deberían sufrir por esto. Y aunque ella tiene su relación y yo tengo la mía, nos hablamos de continuo sobre los niños, sobre las vacaciones, sobre las fiestas de cumpleaños, el Día de la Madre y la Navidad», ha añadido.