sábado, diciembre 7

Esta es una de las partes del cuerpo que más bacterias acumula y que suele ser la gran olvidada en la ducha

Darse una ducha es una de las acciones más cotidianas en la vida de cualquier persona, pues lo habitual es hacerlo una vez al día, salvo excepciones como deportistas, que puede repetir la actividad, o personas mayores y con movilidad reducida, que pueden llevarla menos a cabo por su situación física.

Esta práctica supone que podamos cumplir con unos mínimo de aseo y de higiene, tanto preservar el buen estado de nuestra salud como por encontrarnos bien con nosotros mismos. Al ducharnos, lo habitual suele ser frotar las diferentes partes del cuerpo con agua y jabón, enjuagarnos por completo y por último ducharnos.

Para muchas personas tiene sentido incidir en las zonas que más sudor tienden a generar o que pueden contar con un olor desagradable. Lo cierto es que en términos generales, suele haber una zona de nuestro organismo a la que no se le suele prestar demasiada atención y que, junto a las manos y los pies, es una de las que más bacterias suele acumular.

Esta parte del cuerpo es el obligo, esa pequeña cicatriz que se encuentra en la parte central de la tripa y que se forma al desprendernos del cordón umbilical al nacer. Aunque puede tener varias formas, suele ser una hendidura lo que le hace, entre otras cosas, en ser lugar ideal para que las bacterias se encuentren como en casa.

Otros causantes serían la humedad que se genera en la zona, acompañada del calor, la presencia de células muertas, así como el constante contacto con la ropa, que suelta pelusas, hilos y otras sustancias o compuestos que quedan retenidos en el ombligo.

El ombligo puede albergar más de 2.300 tipos de bacterias

Según una investigación llevada a cabo por el profesor Rob Dunn y su equipo de la Universidad de Carolina del Norte, se identificaron más de 2.300 tipos de bacterias diferentes. En el estudio se tuvieron en cuenta a 30 hombres y 30 mujeres, encontrando una variedad notable de las bacterias que viven en el obligo en comparación con otras partes del cuerpo humano.

Teniendo esto en cuenta, lavar bien el ombligo se vuelve indispensable, ya que la presencia de tal cantidad de bacterias de todo tipo puede llegar a causar mal olor y, en los peores casos, infecciones que supongan una intervención médica.

Prueba de ello es el testimonio del farmacéutico Fernández, popular en Instagram por compartir consejos útiles sobre la salud. Según una de sus publicaciones, cuenta que atendió a una persona con onfalitis, nombre que recibe la infección de ombligo, de la que indica que, aunque es algo desconocido, suele ser más habitual de lo que creemos.

Tal como muestra el vídeo, el sanitario indica la importancia de tener una buena higiene en esta zona del cuerpo: «Si juntas muchas bacterias y poca higiene aparece una infección». Además, aunque no se recoge en esta publicación, también es importante secarlo después de la ducha, de modo que reduzcamos la humedad de la zona, que suele ser ideal para la proliferación de bacterias.