sábado, enero 25

Francia y Alemania confían en la inteligencia artificial para relanzar la economía europea

Los bocadillos de pescado con cebolla cruda no parecen el menú indicado para que un anfitrión conquiste el corazón de sus visitas, pero los habitantes de Hamburgo, muy aficionados a esta receta, aseguran que es el plato ideal para comensales que no desean guardar secretos entre sí. Ha sido el menú programado por la diplomacia alemana para el consejo de ministros conjunto de Francia y Alemania, en un momento en el que el eje franco-alemán no atraviesa buenos tiempos, y Olaf Scholz, canciller alemán, quería poner sobre la mesa datos más crudos que la cebolla: el Gobierno alemán acaba de revisar a la baja sus previsiones y espera cerrar el año con el PIB en números rojos, el 0,4%.

Aunque Francia sigue contando con crecimiento moderado, el presidente galo, Emmanuel Macron, sabe que la recesión alemana agravará la pérdida de competitividad global europea, en el contexto de un aumento de los precios de la energía y de una transformación industrial todavía por cuajar, pero su mensaje tras la reunión denotaba cierto optimismo. «El hilo rojo realmente fue nuestra voluntad de construir una Europa más fuerte a través de la convergencia franco-alemana (…) en términos de economía y progreso europeo a través de buenas inversiones que mantengan nuestra competitividad», ha dicho el presidente francés, tras acordar que esas buenas inversiones contarán con la inteligencia artificial (IA) como revulsivo de la economía de ambos países.

Cada día más, han estado de acuerdo los dos líderes europeos durante su paseo en barco por el Elba a la puesta de sol, el mercado relativamente nuevo de la inteligencia artificial se convertirá en un punto focal para los esfuerzos de los dos gobiernos por recuperar la ventaja económica y tecnológica de Europa, en la competencia con los gigantes tecnológicos de Estados Unidos.

La IA fue una parte central de las discusiones en la reunión de Hamburgo y también desempeñará un papel prioritario en la próxima visita oficial. El presidente francés ha hablado abiertamente sobre «impulsar proyectos conjuntos franco-alemanes y europeos para crear potencia informática, reducir la dependencia de los chips y compartir datos», junto con una regulación que proporcionará un semillero para nuevos modelos de IA.

A unos 600 kilómetros de Hamburgo, en la ciudad alemana de Erlangen, el entusiasta doctor Matthias May muestra los escáneres CT de última generación de Siemens Healthineers, capaces de reducir hasta unos pocos segundos procesos hospitalarios que hoy llevan horas en el mejor de los casos y diagnósticos cuya eficiencia es elevada a la ene por la IA. «Es una revolución sanitaria y ya es técnicamente posible; la IA se alimenta de datos y nosotros somos la generación que está proporcionando esos datos«, celebra, sobre las muchas vidas que puede salvar con esta tecnología.

Nuevo reglamento

Europa se encuentra en la recta final para la aprobación de un reglamento sobre la IA, un nuevo marco jurídico diseñado para abordar no solamente los aspectos técnicos, sino también las cuestiones éticas y desafíos de aplicación en diversos sectores, que presta especial atención a la seguridad de los datos, la no discriminación y la supervisión humana, para garantizar que la IA utilizada en la UE cumpla con los altos estándares de valores y derechos humanos en la región. El hecho de que Scholz y Macron se comprometan a impulsar este nuevo marco regulatorio no sólo mejorará la salud de muchos europeos, sino también la de las dos grandes economías de la zona euro. Y el hecho de que se muestren decididos a lanzar proyectos conjuntos para compartir datos acelerará el desarrollo de estas tecnologías, capadas por la limitación que suponen los proyectos aislados.

Al apostar por la IA, Scholz y Macron están siguiendo los pasos de Reino Unido, que ya ha optado por esta vía para recuperar su estatus de potencia mundial después del golpe del Brexit. A principios de noviembre, representantes de las principales potencias tecnológicas mundiales se reunirán en Bletchley Park para una cumbre sobre seguridad en inteligencia artificial, un evento con el que los británicos aspiran a potenciar su imagen como polo de innovación global.

Francia y Alemania no quieren permitir que la UE se quede atrás en esta carrera, que sólo en los dos próximos años impulsará el PIB de Europa en un 5%, según calcula Sandra Infante, directora de Digital Enterprise Show 2023. Al dejar en segundo plano las diferencias que bloquean el eje franco-alemán, en materia de energía nuclear o compras de armamento, Scholz y Macron confían en el potencial de la IA para multiplicar el crecimiento y en el potencial del crecimiento económico para disminuir la radicalización política. El primero de esos potenciales es más fácil de cuantificar. McKinsey confirma que el desarrollo de inteligencia artificial ha llegado prácticamente todas las industrias, alrededor del 50% de las compañías a nivel global y estima que tiene el potencial de generar un incremento económico equivalente a 7 billones de dólares, lo que equivale a un aumento anual del 1,5% del PIB global en el lapso de 10 años.