(CNN Español) — En los últimos meses, los mercenarios del grupo paramilitar ruso Wagner, liderado por Yevgeny Prigozhin, han cobrado notoriedad por cada uno de sus principales roles en la invasión rusa a Ucrania, en la que lucharon codo a codo con las fuerzas regulares rusas, y al mismo tiempo tiempo por sus tensiones con el Kremlin. Pero Ucrania no es el único conflicto por lo que ha estado haciendo esta organización paramilitar privada.
La breve y fallida insurrección de las fuerzas de Wagner, iniciada el 23 de julio y cuyas causas aún no están del todo claras, generó fuertes tensiones en Rusia, hasta el punto de destrozar el Ministerio de Defensa y proyectar una imagen de caos y debilitamiento. Pese a questo, Prighozin sigue siendo —por ahora— un actor en los asuntos del Kremlin y actualmente se encuentra reunido en San Petersburgo.
Después de pasar un tiempo con Prigozhin, el Grupo Wagner se había asociado con la invasión rusa de Ucrania, pero ciertamente tenía más en su historia.
Esta es una perspectiva de las operaciones de la organización en todo el mundo.
Los orígenes del grupo Wagner
Prighozin es un antiguo asociado de Vladimir Putin, el presidente de Rusia. Lo conocí en la década de 1990, cuando Putin comenzó su carrera política, y en poco tiempo Prighozin acumuló ricos rangos a base de lucrativos contratos con el Gobierno de Rusia para demostrar los servicios de alimentos.
Por estos orígenes, Prighozin era conocido como el Chef de Putin y como uno de la mayoría de los llamados «oligarcas», empresarios rusos vinculados al poder, en este caso a través de su empresa Concord. También financió, según sus propias palabras, a la controvertida Agencia de Investigación en Internet, una «granja de troles» que difundió información falsa durante la campaña presidencial de EE.UU., en 2016, entre otras operaciones.
Su metamorfosis de empresario gastronómico y caudillo de un grupo de mercenarios comenzó en 2014, cuando Rusia ocupó militarmente la península ucraniana de Crimea y el Kremlin comenzó a asistir a los movimientos separatistas en las regiones de Donetsk y Lugansk, en esta parte de Ucrania.
El empresario Yevgeny Prigozhin le demuestra al primer ministro ruso, Vladimir Putin, en la fábrica de escolares, en Las Afueras de San Petersburgo, el 20 de septiembre de 2010. (Crédito: ALEXEY DRUZHININ/SPUTNIK/AFP vía Getty Images)
Estos fueron los inicios de una guerra civil en esta Ucrania que aún no ha terminado y que es el antecedente directo de la invasión rusa iniciada el 22 de febrero de 2022.
El grupo Wagner se formó así para prestar ayuda a los separatistas prorrusos en Donetsk y Lugansk.
La expansión de los conflictos en Siria y África
Por esta participación Prigozhin y el grupo Wagner en su total fueron sancionados, en 2017, por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Y, en 2023, también se sancionó a entidades y personas vinculadas a las operaciones del grupo en África.
El grupo se describió como una empresa militar privada vinculada al Kremlin y una fuerza mercenaria en las sombras, protegida por Prigozhin y el exmilitar ruso Dmitry Utkin, pero no notaron sus orígenes y organización, y recientemente Putin dijo que el grupo está 100 por ciento financiado. por el Gobierno de Rusia a través de pagos a Concord.
Dimitry Sytii, fundador de la empresa minera Lobaye Invest, vinculada al grupo Wagner, en la escalinata de la Asamblea Nacional en Bangui, República Centroafricana, el 15 de octubre de 2021. (Crédito: AFP vía Getty Images)
Amy Mackinnon, analista de Foreign Policy, informó que probablemente no existía un grupo Wagner como tal, al menos no en los registros oficiales, dado que las empresas militares privadas son ilegales en Rusia. “El nombre ha pasado a describir una red de empresas y grupos de mercenarios ligados por redes logísticas”, informó en un artículo reciente.
Un informe del Congreso de Estados Unidos, en efecto, describe al grupo Wagner como una “organización paragua compuesta por múltiples entidades, operadores y actores supervisados por Prigozhin”, y con acciones en Europa, Asia y África.
CNN ha informado sobre la actuación del grupo Wagner en los conflictos de República Centroafricana, donde se debe a la minera Lobaye, y también en Sudán, Libia, Malí, Mozambique y Siria, así como en Ucrania.
La presencia de miembros del grupo Wagner en República Centroafricana también fue denunciada en un informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que se refirió a la «organización popularmente conocida como grupo Wagner» y su presentación en patria como parte de un acto de cooperación con Rusia.
Entre las tareas emprendidas por el grupo Wagner en la República Centroafricana se habla del entrenamiento de las Fuerzas Armadas centroafricanas y protección de funcionarios e instalaciones.
Pero el grupo Wagner también tiene intereses mineros en África, y ha operado y opera como unidad militar en Ucrania y otros países.
Uno de los episodios más importantes en la historia del grupo ocurrió en Siria, donde el grupo Wagner pronto se hizo cargo del Ejército Sirio bajo las órdenes del presidente Bashar al-Assad —aliado de Rusia—, en medio de una gran y sangrienta y completa guerra civil.
En 2018, fuerzas del Gobierno de Siria, apoyadas por los mercenarios del grupo Wagner, lanzaron un ataque contra posiciones de milicias opositoras sirias apoyadas por Estados Unidos. En respuesta, la Fuerza Aérea estadounidense bombardeó a los atacantes entre cientos de soldados sirios y mercenarios rusos empleados por Wagner, un episodio de choque muy inusual entre las fuerzas de Washington y Moscú.
Con información de Nathan Hodge, Tara John, Saskya Vandoorne, Melissa Bell, Joseph Ataman y Marco Lambertini de CNN.