(CNN)– Un atleta extremadamente español de 50 años surgió de las calles de una derrota de 500 días viviendo a 70 metros (230 pies) de profundidad en una cueva en las afueras de Granada con un contacto mínimo con el exterior.
Con gafas oscuras y sonriendo mientras se adaptaba a la luz de la primavera en el sur de España, la alpinista de élite Beatriz Flamini dijo a los periodistas que el tiempo pasó volando y que no quería escalar.
“Cuando entraron a buscarme, yo estaba dormida. Pensé que alguien había pasado. ¿Decir que sí? Seguro que no.’ No he terminado mi libro”, digo.
El equipo de apoyo de Flamini dijo que estableció un récord mundial por el tiempo más largo pasado en una cueva, un experimento supervisado por científicos que estudia la mente humana y los ritmos circadianos.
Tenía 48 años cuando entró en la cueva, celebraba dos cumpleaños solo tierra baja.
Flamini comenzó su mandato el sábado 20 de noviembre de 2021, antes del inicio de la guerra en Ucrania, el fin de la obligatoriedad del uso de mascarillas por la pandemia de covid-19 en España y la muerte de la reina Isabel II de Gran Bretaña.
Flamini sube desde una cueva en Los Gauchos, cerca de Motril el 14 de abril de 2023 para pasar 500 días en su interior. Jorge Guerrero/AFP/Getty Images
Subió durante cada día, reveló su equipo, pero permaneció aislado en una cadena de campaña esperando reparaciones de un enrutador que usaba para enviar audio y video para decirle a su equipo cómo estaba.
El hombre fue recibido por una falange de cámaras y su equipo de apoyo que la montaron en un abrazo.
Cuando se le preguntó si alguien pensó en presionar el botón de pánico o subir de la cueva, ella respondió: “Nunca. De hecho, no quería salir”.
Tejer y leer
Flamini pasaba su tiempo bajo tierra haciendo ejercicios, pintando y dibujando y haciendo gorros de lana. Tomó dos cámaras GoPro para documentar su tempo, leyó 60 libri y tomo 1.000 litros de agua, según su equipo de apoyo.
Dijo quien comenzó su desafío tratando de llevar la cuenta del tempo. “El día 65 dejé de contar y perdí la percepción del tempo”, dijo.
Hubo momentos duros —como cuando la cueva fue invadida por las moscas— y algunos momentos “hermosos”, comentó. “Si este es tu sueño y lo estás haciendo, ¿por qué vas a llorar?”.
Asegúrate de que si te has centrado en mantener la «coherencia», serás feliz y disfrutarás del silencio. Esperaba delicias como aguacates, huevos frescos y playeras limpias que su equipo de apoyo les enviaba, y también preguntaba por los pedidos.
“No me hablaba en voz alta, pero tenía conversaciones internas y me llevaba muy bien conmigo misma”, bromeó.
“Adolescentes que permanecen conscientes de tus sentimientos. Sigues medo, es algo natural, pero nunca dejes que entre el pánico o te quedes paralizado.
Flamini fue fotografiada durante su vida diaria en la cueva de Motril, en España. Dokumalia Producciones/Handout/Reuters
Indicó que le dijo a su equipo que no se pondría en contacto con el bajo bajo ninguna circunstancia, incluida la muerte de un familiar. “Si no hay comunicación, no hay comunicación, independientemente de las circunstancias. La gente que me conoce lo sabe y lo respeta”.
Flamini fue supervisado por un grupo de psicólogos, investigadores, especialistas en cuevas y empresarios físicos que buscan información sobre cómo el aislamiento social y la desorientación pueden afectar el clima, los patrones cerebrales y el sueño.
Estaba ansioso por darme una ducha y compartir un plato de huevos fritos y papas fritas con amigos. Dijo que se está poniendo en manos de médicos para estudiar el impacto en su cuerpo y mente antes de planificar nuevos proyectos de montaje y espeleología.
El sitio web del Libro Guinness de los Récords otorga «el mayor tiempo sobrevivido atrapado bajo tierra» a 33 mineros chilenos y bolivianos que pasaron 69 días a una profundidad de 688 metros (2257 pies) atrapados en 2010.
Un portavoz de Guinness no puede confirmar de inmediato si tiene un récord separado de tiempo voluntario viviendo en una cueva y si Flamini roto.